Unidad III

III. Familia y escuela


3.1.     Modelos de atención educativa para niños con aptitudes sobresalientes

En el ámbito internacional hay cuatro grandes modelos de atención educativa: enriquecimiento, aceleración, agrupamiento y homeschooling; sin embargo, es importante mencionar que la política educativa en México considera los dos primeros como parte de la oferta educativa para estos alumnos. En el cuadro de la siguiente página se describen brevemente los cuatro modelos.
(Anexo 1)




3.2.     Rol del docente

El docente es el facilitador del aprendizaje, por lo que debe fomentar un ambiente que propicie oportunidades y contribuya al máximo para el desarrollo de las capacidades de niños con aptitudes sobresalientes.

Por esta razón, el docente debe: 
  • Ofrecer oportunidades para llevar a cabo actividades diferentes a las establecidas por el currículo.
  • Brindar las facilidades para que el niño realice actividades de enriquecimiento.
  • Entender que las necesidades básicas de estos niños son las mismas que las de sus compañeros.
  • Prestar atención a las necesidades psicológicas, sociales e intelectuales de estos niños.
  • Ofrecer oportunidades para desarrollar las áreas débiles del niño.
  • Respetar sus ideas y preguntas inusuales.
Es importante que los padres sepan que su hijo, aunque tiene necesidades educativas específicas que deben atenderse, es un alumno más de todos los que el docente debe atender en el salón de clases. Igualmente es importante que recuerden que hay niños con otras necesidades educativas especiales, como los alumnos con discapacidad, que también requerirán la atención del docente.

Los docentes son los mejores aliados de los padres en la atención educativa de los niños con aptitudes sobresalientes, por tanto la vía de comunicación entre ellos debe ser clara, respetuosa, abierta, sana y permanente.




3.3.     Rol de la familia

En la educación formal del niño, la familia debe colaborar con la escuela con una actitud de responsabilidad compartida. Esto no siempre es fácil, sobre todo si existe una relación previa poco cordial; por ello, debe trabajarse mucho en el respeto y la confianza para lograr una verdadera colaboración.

En ocasiones, los padres no saben cómo responder las preguntas de sus hijos, y sienten frustración porque consideran que la escuela no brinda la atención suficiente a las necesidades de sus hijos y podría hacer más.
Desarrollar las potencialidades de estos niños no requiere grandes recursos sino apoyo colaborativo y creativo entre padres y docentes.

Es conveniente que la familia mantenga reuniones periódicas con los docentes para compartir información y dudas; en este aspecto debe reconocerse que el docente es la autoridad en el ámbito escolar, y que tanto él como los padres tienen el mismo objetivo, el bienestar de los niños.

En relación con la escuela, se recomienda que los padres:
  • Compartan con los docentes y orientadores la información relevante del niño.
  • Eviten críticas destructivas hacia la actividad docente.
  • Valoren la importancia y los beneficios de una buena relación con los docentes.
  • Reconozcan los esfuerzos que la escuela realiza para atender a sus hijos, a pesar de que parezcan pocos.
  • Busquen formas en las que puedan apoyar a la escuela en el proceso de enriquecimiento. 
Asimismo, se sugiere al docente:
  • Integrar a las madres y los padres en el modelo de identificación.
  • Explicarles los resultados de la identificación de las aptitudes sobresalientes.
  • Darles a conocer la propuesta curricular adaptada y explicarles cómo participarán en ella.
  • Pedirles que participen activamente en las actividades de enriquecimiento de sus hijos.
  • Establecer estrategias en la escuela y la casa para el desarrollo de las habilidades sociales.
Se sugiere que, en conjunto, la familia y el docente:
  • Eviten comentarios que etiqueten al niño.
  • Estimulen su creatividad.
  • Compartan material de interés.
  • Colaboren en la planificación de los proyectos del niño.
  • Fomenten su autonomía.
  • Hagan una valoración conjunta de las necesidades y los avances del niño.

3.4.     Fracaso escolar

Una de las más grandes preocupaciones para los padres de familia se presenta cuando un niño con aptitudes sobresalientes tiene bajo rendimiento escolar, que al no atenderse puede derivar en un fracaso escolar.

Las aptitudes sobresalientes, en particular la intelectual, no aseguran por sí mismas el éxito académico. Algunos niños obtienen calificaciones muy por debajo de su capacidad debido a la falta de una educación adecuada a sus intereses y a su ritmo de aprendizaje.

El fracaso escolar en niños con aptitudes sobresalientes es una realidad que pone en riesgo sus estudios. Es importante saber que éste puede originarse por diversos factores, algunos inherentes al niño y otros que surgen en el contexto.

A continuación se presentan algunas pautas útiles para los padres, ya que son herramientas para prevenir el fracaso.
  • Producir en casa una atmósfera estimulante y creativa en el aspecto intelectual.
  • Establecer con su hijo una relación cercana y de respeto mutuo.
  • Ser modelo del comportamiento que desea ver en él, por ejemplo, ser responsable.
  • Interesarse en las actividades de su hijo en casa y en la escuela.
  • No compararlo con sus hermanos (cada hijo es único).
  • Ayude a su hijo a establecer las prioridades y el tiempo que le dedicará a cada actividad.
  • No establezca metas para él; sin embargo, guíelo hacia las que correspondan a sus intereses.
  • Demuestre su afecto, confianza y aprobación, y apoye a su hijo; involúcrese.

Respecto a los niños que ya sufren bajo rendimiento o fracaso escolar es necesario potenciar sus intereses específicos; es decir, si tanto padres como docentes logramos reconocer, potenciar y desarrollar sus intereses, estaremos trabajando por recuperar su motivación hacia el aprendizaje, que en último término favorecerá su rendimiento escolar.






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